La obra del pintor ampurdanés contará por fin con el marco que se merece en el nuevo museo, cuya construcción tendrá un costo de 25 millones de dólares y, si se cumplen los plazos previstos, se inaugurará el 11 de enero de 2011.
El arquitecto Yann Weymouth ha diseñado una fortaleza a prueba de huracanes para albergar una colección que incluye un centenar de pinturas y otras 2.000 obras del genial artista español.
La excepcionalidad del nuevo museo radica en el espesor de sus muros, capaces de resistir los efectos de huracanes de hasta 265 kilómetros por hora. Cuando se inaugure, en enero de 2011, será capaz de recibir medio millón de visitantes cada año, lo que supone duplicar las cifras actuales. También se espera aumentar en la misma proporción las cifras de beneficios para la economía local, calculadas en estos momentos en unos 50 millones de euros.
El director del museo, Charles Henri Hine, se muestra entusiasmado con el proyecto, aunque no oculta que la crisis económica ha supuesto una dificultad añadida para la recaudación de los 25 millones de euros que cuesta en total. A pesar de ello, Henri confía en que se puedan conseguir mediante donaciones de instituciones privadas.
Se trata de un edificio "racional y apolíneo” a la vez que “dionisíaco y fantástico", explica Charles Henri Hine. Su creador se ha ceñido al espíritu de Salvador Dalí a la hora de elaborar los planos, y el mejor ejemplo de ello es la escalera helicoidal que parte del vestíbulo, inspirada en la molécula de ADN, en la que el artista creyó reconocer la presencia del Creador. “Es una expresión perfecta de la ascensión al cielo", asegura Henri.
Yann Weymouth está creando un museo tan bello como el "encuentro fortuito de un paraguas y una máquina de coser sobre una mesa de disección", que era la manifestación perfecta de la belleza según el conde de Lautréamont. El director de la institución explicó también a Efe que el traslado de la colección a su nueva sede se hará tan pronto como esté terminada, lo que permitirá garantizar la seguridad del conjunto más importante de obras de Dalí que se conserva en el continente americano.
El edificio que ahora se construye ofrecerá al visitante más de 6.000 metros cuadrados de instalaciones en tres plantas. Las obras de Dalí se exhibirán en la tercera, y en las otras dos habrá salas de exposiciones temporales, cafetería, librería, archivo, sala de cine y un jardín "diseñado de forma matemática, con numeración de secuencias".
El arquitecto ha puesto especial cuidado en el diseño de la zona en la que se exhibirá la última adquisición del museo: un cuadro de los años 70 titulado "Gala contemplando el Mediterráneo", que se transforma en el retrato de Abraham Lincoln cuando el espectador se aleja de él más de 20 metros.
En el Museo Dalí de San Petersburgo están representados también otros periodos de la producción daliniana, desde sus primeros tiempos, "clásicos, casi impresionistas", hasta ese otro Dalí menos conocido que practica la estética del "misticismo atómico", a finales de los 50. Y, por supuesto, el Surrealismo, al que pertenecen algunas de las obras más importantes del siglo XX.
Lúdico, con voluntad de provocación permanente, el Dalí que celebra esta colección, es también el artista de los guiños "de tono histórico, a la manera de Velázquez", que se contemplan en obras como "El descubrimiento de América por Cristóbal Colón".
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